-JUSTIFICACIÓN

  La educación sexual en México se incluyó en los programas de educación básica desde 1974, siendo este acontecimiento pionero en América Latina. Los temas de pubertad y la reproducción humana se comenzaron a discutir en quinto de primaria, mientras en secundaria se abordaban temas como la prevención de embarazos y ETS. Sin embargo, este evento no quedó exento del rechazo, puesto que desde ese entonces generó polémica en los padres de familia, provocando que se quemaran los libros de texto gratuito, no obstante, esto no frenó a las políticas.

    En 1982 el tema dio un giro a un enfoque más preventivo, promoviendo el uso del condón, debido a la amenaza de la epidemia del VIH. De 1994 hasta ahora, aún sin éxito, se ha planeado implementar temas de género, diversidad sexual y derechos sexuales y reproductivos [1].

 

    A pesar de los esfuerzos por parte del Estado, los embarazos en adolescentes (ya considerados una epidemia) [2] y las ITS siguen en aumento:

    Las estadísticas señalan que siete de cada diez embarazos se dieron entre las mujeres de 15 y 29 años, de los cuales, uno de cada seis fue de una adolescente de entre 15 y 19 años de edad durante el trienio 2011-2013 [3]. De acuerdo con la Encuesta de Salud y Nutrición (ENSANUT 2012), del total de mujeres adolescentes de 12 a 19 años de edad que tuvieron relaciones sexuales, el 51.9% alguna vez ha estado embarazada y el 10.7% estaba cursando un embarazo al momento de la entrevista [4].

    De acuerdo con la Encuesta Nacional de Juventud del 2000 (ENJUVE 2000) [5], que ha sido la que ha arrojado resultados más completos, el 13% habla con su madre de sexo y solo el 5% trata estos temas con su padre, el reto es incrementar la comunicación con los papás, a través de programas de nuevas masculinidades [1]. De ahí la importancia de mejorar, implementar y apoyar la educación sexual en la educación básica.

 

    Por consiguiente, la mejor forma de mejorar la educación sexual es enseñando y educando acerca de estos temas de una forma apropiada desde la primaria empezando por temas básicos y poco a poco profundizar más y abarcar más temas. Como;  poder reducir la información incorrecta que puedan tener los jóvenes, aclarar dudas, aumentar el conocimiento y uso de información correcta, ya que por parte de los jóvenes no existe interés pero si curiosidad por eso la importancia de clarificar y consolidar valores y actitudes positivas, fortaleciendo las competencias para tomar decisiones fundamentadas y la capacidad de actuar en función de ellas, en ámbitos familiares y escolares.

 

    Mejorar las percepciones acerca de los grupos de padres y las normas sociales, Aumentar y mejorar la comunicación con padres, madres y otros adultos de confianza, también es importante abstenerse de la actividad sexual o retardar su inicio especialmente en edades tempranas ya que  en México, las y los jóvenes inician su vida sexual entre los 15 y los 19 años, en promedio [6]. Si se reduce la frecuencia de actividad sexual sin protección dando ideas muy claras, Fomentar el uso de métodos de protección contra el embarazo y las enfermedades de transmisión sexual durante el acto sexual, enriqueceríamos el conocimiento y la comprensión.

 

    Explicando y aclarar sentimientos, valores y actitudes, Desarrollar o fortalecer competencias, Fomentar y sustentar un comportamiento orientado a la reducción del riesgo que implica el acceso al contenido pornográfico, ya que los adolescentes tienen acceso fácil a todo tipo de contenidos, ya sean artículos o vídeos pornográficos, y engullen acríticamente los mensajes en torno a la sexualidad.

 

    Un informe de Save the Children asegura que las y los jóvenes, ellos en mayor medida, acceden por primera vez a contenidos pornográficos a partir de los 12 años y, en la mayor parte de los casos, este se convierte en una de sus fuentes de formación afectivo-sexual [7] y existen multitud de estudios que hablan de la alta correlación entre una exposición a una edad temprana, sin apenas juicio y mirada crítica, con una actitud sexual más agresiva, denigrante y machista por parte de los chicos, y una mayor aceptación en las chicas,  además de desarrollar una sexualidad muy desligada de la afectividad, lo que es posible que los lleve a situaciones muy desagradables: desde sentirse utilizados hasta empezar a aislarse, en casos graves pudiendo desembocar en una depresión. Todo esto es consecuencia de una falta de madurez para poder mantener dicho tipo de relaciones tan puramente físicas, con ausencia de afectividad total.

 

    Sabemos que la pornografía no es algo nuevo y los adolescentes (más los chicos que las chicas según estadísticas muy recientes) siempre han tenido acceso a él y con los riesgos que supone, el 70% de los adolescentes consume este tipo de contenido; donde el porcentaje de chicos es del 81,6% y el de las chicas el 40,4%. Los chicos hablan de consumo prácticamente diario, mientras ellas se remiten a semanal o mensual. En total, el informe ha contado con la participación de 1.753 chicos y chicas de entre 13 y 17 años, que han respondido a una encuesta y participado en diferentes talleres [7].

 

    Esto no es alentador pues páginas como Porn Hub, la página pornográfica con mayor tráfico en la web, declaró en su revisión anual edición 2019, que México es el mayor consumidor de audiovisuales pornográficos en Latinoamérica, lo que significa que hubo un incremento en la búsqueda virtual de información sobre el acto sexual en comparación con las búsquedas del año anterior, lo que lo ha colocado como el décimo consumidor a nivel mundial algo que afecta directamente a nuestra sociedad.

 

    Muchas veces no somos consiente de los efectos que esto provoca pero no podemos parar el consumo de este tipo de contenido ni tampoco detener el tráfico de la pornografía, así que solo podemos concientizar con la auto-responsabilidad de nuestro consumo. Así como informarnos de una manera responsable sobre métodos preventivos y anticonceptivos, cambiar nuestra manera de ver las la sexualidad y mantener un desarrollo sano y seguro.





 

[1] Rodríguez G. Treinta años de educación sexual en México. En: Mícher ML, editora. Población, desarrollo y salud sexual y reproductiva. México: Grupo Parlamentario del PRD Cámara de Diputados Congreso de la Unión LIX Legislatura; 2004. Pags.13-28

[2] Gómez N. México, con “epidemia” de embarazos adolescentes. El Universal. 08 marzo 2016.

[3] Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Estadísticas a propósito del día internacional de la juventud (15 a 29 años) 12 de agosto. Datos Nacionales.  [Actualizada agosto 2016, consultada 7 de febrero de 2017]. Disponible en: http://www.inegi.org.mx/saladeprensa/aproposito/2016/juventud2016_0.pdf

[4] Instituto Nacional de Salud Pública, Secretaría de Salud. Encuesta nacional de salud y nutrición resultados nacionales 2012; 2012. Disponible en: http://ensanut.insp.mx/informes/ENSANUT2012ResultadosNacionales.pdf

[5] Scribd (2022).. Encuesta Nacional de Juventud 2000. https://es.scribd.com/document/65366171/Encuesta-Nacional-d-e-Juventud-2000

[6] Los libros de texto para niños que comenzaron una batalla en México. (2016, July 20). Retrieved March 6, 2022, from Hipertextual website: https://hipertextual.com/2016/07/libros-de-texto

[7] Save the Children. (2020, September 22). Informe de Save the Children: Casi 7 de cada 10 adolescentes consumen pornografía, a la que acceden por primera vez a los 12 años. https://www.savethechildren.es/notasprensa/informe-de-save-children-casi-7-de-cada-10-adolescentes-consumen-pornografia-la-que#:~:text=Madrid%2C%2022%20de%20septiembre%20de%202020.&text=As%C3%AD%20lo%20revela%20el%20informe,sus%20relaciones%20y%20su%20desarrollo.

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